¿Qué es el Tabernáculo?​

El Tabernáculo o Santuario, (en hebreo, מִשְׁכָּן‎, Mishkán, literalmente «morada»), según el Tanaj o Biblia Hebrea, fue el santuario móvil construido por los israelitas bajo las instrucciones dadas por Dios a Moisés en el Monte Sinaí. Fue un lugar sagrado donde Dios eligió encontrarse con su pueblo "... hazme un santuario, y moraré entre ellos." (Éxodo 25: 8).​

Partes y elementos del tabernáculo

Las instrucciones para la elaboración del Tabernáculo, sus implementos y utensilios, así como también las vestimentas del Sumo Sacerdote de Israel son detalladas en el Libro de Éxodo, capítulos 25-31.8​ El tabernáculo era un espacio rectangular de 30 codos de largo (unos 13 metros) y 10 metros de ancho y de altura (unos 4 metros). Tenía dos divisiones: El Lugar Santo (heb. Makóm Kadósh), de 20 codos de largo, que contenía el candelabro de siete brazos (Menorá), la mesa de los panes de la proposición y el altar donde se quemaban los perfumes e inciensos. El Lugar Santísimo o Sanctasanctórum (heb. Kodesh ha-Kodashím) era donde se preservaba el Arca de la Alianza (conocida también como "Arca del Pacto" o "Arca del Convenio") y donde se custodiaban las reliquias del Éxodo, es decir, las Tablas de la Ley, la vara de Aarón y el maná. Un velo precioso suspendido de cuatro columnas de madera cubiertas de láminas de oro que separaba al Lugar Santo del Lugar Santísimo. El espacio que rodeaba el tabernáculo se llamaba atrio. En este, frente a la puerta del Tabernáculo, estaba el Altar de los holocaustos, donde se quemaba la carne de los animales sacrificados como ofrenda. Había además un gran recipiente lleno de agua y llamado fuente de bronce, en donde los sacerdotes se lavaban las manos y los pies antes de ejercer las funciones de su ministerio. El Tabernáculo poseía un atrio donde se ubicaban quienes acudían a adorar a Dios, ya fuesen o no originariamente parte de las Tribus de Israel.

El Sumo Sacerdote

(heb. Kohen nagadol; gr. Arjiereus). Cargo hereditario que quedó en manos de los descendientes de Aarón quien fue el primer sumo sacerdote designado por Dios como jefe espiriitual de su pueblo y consagrado por Moisés (Vv. 8). El sumo sacerdote tenía la misión de velar por la recta administración del culto. El acto cumbre de su oficio era la celebración anual del gran día de expiación en que se ofrecía primero un holocausto por sí mismo, y luego una ofrenda expiatoria por el pueblo (Lv. 16). Con la sangre expiatoria el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo TABERNACULO, asiento de la presencia de Jehová en medio de su pueblo, y rociaba la sangre sobre el propiciatorio. Era la única persona que tenía este privilegio, y esto sólo una vez al año y con la sangre de la expiación. Otra función del sumo sacerdote era la de juez, en la que contaba con la ayuda del Urim y el Tummin, aparato de uso exclusivo del sumo sacerdote que le daba cualidades especiales para decidir cuestiones difíciles (Nm. 27:20,21).